El cierre de Megaupload ha
recorrido como un escalofrío los confines de la Red. Este servicio y otros similares siempre
han estado en la mirilla de la industria de contenidos, que sostienen que fomentan
los intercambios no autorizados de películas, series, música y videojuegos.
Pero estos servicios también se utilizan para intercambiar archivos de
forma legítima.
Los responsables del popular servicio de almacenamiento e
intercambio de archivos 'online' están acusados en EEUU de cinco
delitos contra los derechos de autor y por blanqueo de dinero, y las
autoridades estadounidenses aseguran que son "responsables" de
"piratería masiva en todo el mundo".
Poco después de que saltase la noticia, David Montalvo,
usuario del servicio 'premium', se indignaba en su cuenta de Twitter:
"Internet hoy da un giro, puedes perder tus archivos LEGALES en la
nube si el FBI lo decide. Te lo dice un usuario premium de
#megaupload.
David se explica más tarde: "Compartimos cuenta
'premium' mi novia y yo, renovada por 60 euros (una cuota
anual) hace cuatro días". "Obviamente su uso principal era
para descargas (de todo tipo)", añade, pero afirma que su novia,
que trabaja reeditando cómics antiguos, usa también la cuenta para enviar
documentos escaneados que de otro modo no podría mandar. Afortunadamente,
esos documentos ya estaban descargados y a salvo.
No obstante, se queja de que se trata de una
documentación suya "que no puede ser bloqueada arbitrariamente de esta
forma". "Habrá gente con casos más graves aparte del dinero
que cuesta", reconoce, y recuerda que la cuenta "para
toda la vida" en Megaupoad cuesta 200 euros.
El abogado Carlos Sánchez Almeida, autor del
blog Jaque perpetuo,
aconseja a las personas que tuvieran cuentas con archivos y documentación
privada que adopten dos medidas "con carácter de urgencia",
ante la escasez de información.
La primera, "recopilar el máximo de información del
que dispongan en su ordenador y sistemas de almacenamiento doméstico, acerca de
la información intervenida, muy especialmente aquella que afecte a la
intimidad personal y familiar". En segundo lugar, "localizar
y guardar la información bancaria que acredite el pago de los servicios de
Megaupload.
"La documentación reunida", afirma Almeida,
"puede ser necesaria para la presentación de una denuncia o cualquier
tipo de reclamación, ante las autoridades o ante las entidades financieras,
a las que en su caso se podrá exigir el retroceso de los cargos
efectuados.
Noticia original elmundo.es
El Departamento de Estado de EEUU,
junto al FBI y otras autoridades internacionales, ha liderado una operación contra la
popular página web de intercambio de archivos
Megaupload, que ha
sido clausurada, y contra varios de sus responsables, que han resultado
detenidos y acusados en el estado de Virginia
(EEUU) de conspiración para cometer un crimen y violación de la propiedad
intelectual.
La operación se ha dirigido contra
dos compañías, Megaupload Limited y Vestor Limited, y en estos momentos
las páginas web Megaupload -intercambio de archivos- y Megavideo
-visualización de vídeos en Internet-, ambas propiedad de las mismas compañías,
se encuentran inaccesibles, como también lo están Megapix, Megalive y
Megabox.
El Departamento de Justicia acusa a
siete de los responsables de estas compañías de crimen organizado y asegura que
son "responsables" de "piratería masiva en todo el mundo de
diferentes tipos de obras protegidas por derechos de propiedad
intelectual". Además, en la nota hecha pública se asegura que estas
páginas han generado más de 175 millones de dólares en actividades delictivas y
que han causado "más de 500 millones de dólares en daños a los
propietarios de las obras protegidas".
Hasta 50 años de prisión
La denuncia
contra los acusados se cursó el 5 de enero en EEUU, y los cargos concretos son
participar en una conspiración de crimen organizado, cometer infracciones
de derechos de autor de forma masiva, blanqueo de dinero y dos cargos
criminales de violación de la propiedad intelectual. Así, cada uno de los
siete acusados se enfrentan a penas de hasta 50 años de prisión entre todos los
cargos.
Así, la
demanda de la administración estadounidense identifica al fundador de las
compañías, el alemán Kim 'Dotcom', alias de Kim Schmitz como Kim 'Tim
Jim Vestor', de 37 años y residente en Hong Kong y Nueva Zelanda, de liderar
esta red criminal. Dotcom sería el director y único accionista de Vestor
Limited, que sería la compañía utilizada para encubrir sus actividades en
todas las páginas web afiliadas a la red 'Mega'.
El
FBI ha incautado 50 millones de dólares en bienes y 18 dominios de Internet
'Dotcom' es un
'hacker' millonario alemán de 38 años residente desde 2010 en Nueva Zelanda
aficionado a los coches deportivos y las mujeres, según un perfil publicado en la prensa
neozelandesa. Considerado uno de las 10 personas más ricas del
país, está casado y tiene tres hijos.
Además del
fundador, han sido acusados el director de márketing Finn Batato, de 38
años y ciudadano de Alemania; Julius Bencko, diseñador, de 35 años y
ciudadano de Eslovaquia; Sven Echternach, director de desarrollo de
negocio, 39 años y ciudadano de Alemania; Mathias Ortmann, director
técnico, cofundador y director, 40 años y ciudadano de Alemania; Andrus Nomm,
programador, de 32 años y ciudadano de Estonia; y Bram van der Zolk,
programador, de 29 años y ciudadano holandés.
De los
acusados, Dotcom, Batato, Ortmann y Van der Kolk fueron detenidos de forma
provisional en Auckland, Nueva Zelanda, a petición de EEUU, y han sido
enviados a prisión de forma preventiva. Bencko, Echternach y Nomm, por
ahora, permanecen en libertad.
Además, se han
ejecutado más de 20 intervenciones de bienes en nueve países, con las que se
han incautado alrededor de 50 millones de dólares. También se han
intervenido servidores de la compañía en Virginia, Washington, Holanda y
Canadá. Asimismo, se han retenido 18 dominios de Internet asociados con
las compañías intervenidas.
Beneficios 'ilegales': 175 millones de dólares
En su nota, el
Departamento de Justicia explica que durante cinco años estas compañías, a las
que acusan de ser toda una red de "conspiración", han
gestionado páginas web que "reproducen y distribuyen copias no autorizadas
protegidas por propiedad intelectual en una escala masiva". Así, estima
que Megaupload sumaba 150 millones de usuarios registrados, 50 millones de
usuarios diarios y alrededor del 4% del tráfico de Internet. Con estos
datos, se asegura, sin otra valoración, que el daño causado a las compañías
propietarias de los derechos de propiedad intelectual es de 500 millones de
dólares.
La
demanda destaca que Megaupload 'ocultaba' el contenido protegido para no tener
que eliminarlo
Asimismo, se
establecen los beneficios "ilegales" logradas por los acusados
en dichos años en 175 millones de dólares a través de publicidad y venta de
cuentas 'premium'. Además, según la demanda, se les acusa de blanquear
dinero "pagando a usuarios" a través de un sistema de incentivos a
quienes publicasen archivos con más descargas y con pagos a otras compañías
para alojar contenido que infringía la propiedad intelectual.
También se
detalla el modo de funcionamiento de Megaupload, es decir, la posibilidad de
'subir' y descargar archivos y se asegura que el modelo de negocio de la
compañía estaba "expresamente diseñado para promover la publicación de
las obras protegidas más populares para que fuesen descargadas por millones
de usuarios".
Así, se alega
que el sitio estaba construido para desalentar a los usuarios de su uso para
fines personales debido a que se eliminaban los archivos "que no eran
descargados de forma regular". De la misma manera, se destaca que otro
indicio del comportamiento delictivo es que se incentivaba a aquellos
usuarios capaces de generar más descargas y tráfico en el sitio, y que se
les pagaba en función de sus resultados aun cuando los propietarios eran
conscientes de que para conseguirlo publicaban obras protegidas y las
promocionaban en otras páginas web.
No es lo único
que se utiliza para acusar a los propietarios de Megaupload de conspiración. Se
destaca que la página no contaba con un buscador ni con otras formas de
localizar contenido para que no fuesen fácilmente accesibles los archivos
protegidos. Además, se alega que no se cerraban cuentas de usuarios
infractores, como era obligación de la página, y que en muchos casos se
retrasaba la retirada de contenidos protegidos y se tergiversaban los términos
en que estaban protegidos por derechos de autor.
Un día después de las protestas contra la SOPA
Una operación que se produce
un día después de que una serie de páginas web protestaran por la iniciativa SOPA,
que busca promulgar una ley que, en EEUU, permita bloquear páginas web
extranjeras que perjudiquen obras protegidas por derechos de autor.
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